cristojesus

lunes, 8 de diciembre de 2008

Mi tarea es hacerme Santo


El pensamiento de que estoy obligado, como mi tarea principal y única, a hacerme santo cueste lo que cueste, debe ser mi preocupación constante; pero preocupación serena y tranquila, no agobiante y tirana.Debo recordar esto en todo momento, desde el primer abrir los ojos a la luz de la mañana, hasta cerrarlos para el sueño por la noche. No volvamos, pues, a los modos, a las costumbres de otro tiempo. Serenidad y paz,`pero constancia e intransigencia. Desconfianza absoluta y bajo concepto de mí mismo, acompañados de una ininterrumpida comunicación de afectos con Dios. En esta tarea y en este empeño, ayúdame, buen Jesús. María, muestra que eres mi madre.

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